A fin de atender la deuda histórica que se tiene con las víctimas de la violencia y revertir el deterioro de la paz de hasta 5.0 por ciento en el último año, México requiere una agenda más amplia en la materia que trascienda sexenios y convoque a la participación colectiva del país.
En el reporte Índice de Paz México 2019, el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) revela que en 2018 hubo un retroceso de este indicador en 22 estados y solo mejoró en 10 entidades del país.
Al dar a conocer los datos del Índice, el director en México de este Instituto, Carlos Juárez Cruz, destacó la necesidad de crear una agenda en materia de paz que supere sexenios para poder atender a las víctimas de violencia en el país.
Mencionó que el año pasado se tuvo en particular un marcado índice de violencia política, de hasta 850 agresiones contra políticos y la muerte de al menos 175 candidatos o funcionarios.
Además, abundó, el gasto en seguridad y justicia es más bajo respecto a la inversión que hacen otros países con menos violencia, con apenas 0.81 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Indicó que en México se tiene una medida de apenas 110 elementos de seguridad por cada 100 mil habitantes, además de que solo 10 por ciento de los crímenes se denuncia, lo que se traduce en una percepción de ineficiencia y corrupción.
Como consecuencia de ello, solo 3.0 por ciento de los delitos terminan en una sentencia, generando una tasa de impunidad de 97 por ciento, anotó el investigador.
Explicó la metodología utilizada para hacer este índice y dijo que se basó en indicadores como homicidio, delitos con violencia, delitos conflictivos con armas de fuego, cárcel sin sentencia y crímenes de delincuencia organizada.
De estos cinco índices, detalló que los delitos con arma de fuego, el homicidio y la delincuencia organizada empeoraron, lo que propició una caída en el Índice de Paz en 4.9 por ciento de 2017 a 2018 y hasta de 21 por ciento en los últimos años.
Mencionó que el número de homicidios creció 80 por ciento en términos estatales y los delitos con arma de fuego se duplicaron, resultado de una gran disponibilidad de armas de fuego, lo que se traduce en una mayor facilidad para la violencia armada.
En cuanto a los estados, detalló que Yucatán se mantiene como el estado más pacífico y seguro, al igual que Campeche, Tlaxcala e Hidalgo, mientras que las entidades más violentas son Baja California, Chihuahua, Quintana Roo y Guerrero.
Juárez Cruz expuso el caso particular de Guanajuato, al precisar que desde 2015 la entidad ha tenido una tasa de homicidios creciente que ha llegado hasta 126 por ciento en 2018.
Respecto a la violencia, aseguró que ésta afecta de diferente forma a hombres y mujeres, de manera que los primeros son los que se convierten más fácilmente en víctimas de homicidio, con nueve de cada 10 casos, mientras que en el caso de las féminas, estas sufren 44 por ciento más violencia por parte de su pareja.
Como resultado de estos datos, el investigador concluyó que México debe invertir más en materia de justicia y seguridad, pero también incluir inversión con mejores estrategias e inteligencia para una mejor impartición de justicia y garantía de seguridad.
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